Delivery y Take Away en la nueva normalidad
Descubre cuál es el tono ideal para transmitir confianza en el servicio delivery o take away de tu restaurante.
La pandemia generada por la covid-19 y su consecuente crisis económica ha traído, por desgracia, grandes pérdidas en la hostelería. Muchos negocios no han podido aguantar el embiste, pero quien sí lo ha hecho, se ha visto obligado a adaptar o reformular su modelo de negocio. Uno de esos cambios más evidentes en la restauración ha sido la implementación de servicios de delivery y take away (la recogida de comida en el local o el servicio a domicilio de toda la vida).
Aunque estos servicios no son nuevos en absoluto, sí que lo han sido para muchos restaurantes que nunca hubieran imaginado que terminarían por ofrecerlo. Lo vemos habitualmente en restaurantes de fast food, donde las pizzas, hamburguesas, tacos mexicanos o bandejas de sushi son los grandes protagonistas. Sin embargo, en mucha menor escala hemos visto el delivery y take away en restaurantes de comida tradicional e, incluso, en restaurantes con estrella Michelín.
Cuando comenzó el estado de alarma, todos los restaurantes tuvieron que cerrar sus puertas de forma inminente. Pero en el momento en que el Gobierno permitió la apertura de las cocinas para los servicios de recogida en el local o envío a domicilio, muchos hosteleros no se lo pensaron dos veces: era su oportunidad de volver a facturar, reconectar con su público y empezar a salir del bache en que la pandemia nos había metido a todos.

En aquel momento, las empresas de comunicación, especialmente las agencias de comunicación en Madrid, donde se aglutina la mayoría, comenzaron a contar a los medios, mediante notas de prensa, las novedades que empezaban a incluir esos negocios. Entre ellos, la gran mayoría se refería a estos nuevos servicios. Y como todo lo nuevo, debe ser previamente estudiado y analizado para llevarlo con éxito. Porque, tal y como nos gusta decir en Ideas Bien Contadas, “solo hay una oportunidad para causar una buena primera impresión”.
Para ello, las agencias de comunicación tenemos claro que una función esencial, además de la comunicación digital o la organización de eventos cuando ha sido posible, son las relaciones públicas y la asesoría de imagen personal y corporativa. Esto quiere decir que velamos por que todas las comunicaciones (léase “formas de comunicar”) sean coherentes y acordes al momento en que se producen. Y en aquel momento se trataba de ser sensible con quienes estábamos confinados durante el estado de alarma. Todos lo estábamos, por eso resultaba más sencillo conectar con el público, porque era fácil entender sus frustraciones o preocupaciones, pues eran las mismas que teníamos los demás.
Con “forma de comunicar” nos referimos a todas las vías de contacto entre emisor y receptor del mensaje, porque comunicamos con todo: imagen personal, expresión, actitud, pero también con las redes sociales, emailing, packaging, web, con la redacción de textos o copywrite. Cuidar todos esos aspectos es la base sobre la que se sustenta la comunicación de una marca. Y en esa comunicación también están incluidos los nuevos servicios de delivery y take away que se incorporan a la comunicación de restaurantes. Por ejemplo, no comunica igual un packaging de materiales reciclados que uno de plástico, como tampoco lo hace uno de colores vibrantes u otro sencillo y simple. Cada elemento comunica, igual que un texto. Por eso, tampoco será igual incluir en el pedido un mensaje personalizado dando ánimo a quienes sufren el confinamiento, que no hacerlo. Es imprescindible cuidar todos esos aspectos, que a priori puede que las empresas no lo perciban como necesario. Por eso, en las agencias de comunicación tenemos equipos profesionales de periodistas, expertos en asesoría de imagen personal, marketing digital, community manager y copywriter que tienen todos estos aspectos en cuenta a la hora de diseñar una estrategia de comunicación acorde los intereses de las marcas.