¡Ojo! Cualquiera puede ser tu cliente
El mejor consejo es tratar a todo el mundo por igual, sin tener en cuenta si es un potencial gran cliente o uno pequeño.
Los expertos en marketing llevan décadas estableciendo protocolos para la búsqueda de clientes y protocolos para mejorar el trato con ellos. Sin embargo, el nacimiento de las redes sociales ha transformado la forma de trabajar y de relacionarse, pero, sobre todo, ha hecho que muchas veces nos olvidemos del trato personal como factor clave para conseguir ampliar nuestra cartera. Es el valor añadido que podemos ofrecer y nunca deberíamos descuidar.
El mejor consejo es tratar a todo el mundo por igual, sin tener en cuenta si es un potencial gran cliente o uno pequeño, porque los peces crecen en el mar y los pequeños se hacen grandes con el tiempo. Esto nos recuerda a grandes imperios como Apple, que empezaron en el garaje de una casa y terminaron por convertirse en gigantes a nivel mundial. Claro que no todos los negocios tienen la capacidad de crecer exponencialmente, pero nunca se sabe dónde terminará uno. Por eso es importante desterrar la mentalidad cortoplacista y trabajar en un trato exquisito a cualquier empresa con la que tengamos una relación laboral.
En la cercanía y la confianza están las bases de la mayoría de las relaciones comerciales más duraderas. Eso sí, aplicada esta regla de oro, se puede hacer un plan de marketing y captación de clientes tanto en las redes sociales como offline en función de lo que busquemos. Y para eso, podríamos establecer una clasificación de la cartera de clientes antes de crear una estrategia.
Están los clientes recomendados: tienen la ventaja de que no hay que atraerlos, pero sí atenderlos muy bien y agradecer a la empresa o a otro cliente el que haya hecho la mediación. Para afianzarse con este tipo de nuevos negocios hay que acabar bien los trabajos previos y cumplir lo pactado.

También se puede hablar de los antiguos clientes que han dejado de requerir nuestros servicios pero que pueden volver a necesitarlos en el futuro. Para este segmento, la forma en que hayamos finalizado los trabajos es clave para posibilitar una colaboración futura.
Otra tipología serían los clientes que conoces porque ya han tenido algún contacto contigo, pero no han llegado a formalizar un contrato. Hay que mantener la ventana siempre abierta para este tipo de negocios. Y por último hablamos de los que no conocemos ni sabemos si pueden estar interesados en nuestros servicios. Para estos últimos se desarrolla la estrategia de mercado más impactante con la que podamos seducir a posibles nuevos clientes.
Si tenemos todo esto en cuenta, será más fácil establecer relaciones duraderas con clientes actuales o iniciarlas con más facilidad con clientes futuros. ¿Y ahora qué? Te preguntarás. Pues aquí llega la respuesta.
Las agencias de comunicación trabajamos para visibilizar los negocios de cara a nuevos clientes y afianzar las relaciones con quienes ya conocen su producto o servicio. Y para eso desarrollamos estrategias de comunicación y marketing, trabajamos en diseños web, gestión de redes sociales a través de un community manager o creamos marcas desde cero con trabajos de branding. Con una hoja de ruta clara para todas las áreas que conforman la comunicación de un negocio, logramos su visibilidad y posicionamiento en el mercado.
Si tienes un negocio y estás pensando en cómo comunicarlo bien para llegar a más clientes, no dudes en contactarnos. ¡Estaremos encantados de escuchar tu proyecto!